1. Se honesto contigo mismo/a
Muchas veces tratamos de auto engañarnos inútilmente, adaptamos
las situaciones, las personas e incluso a nosotros mismos para que
"sean" lo que queremos que sean.
Actuar así no es la mejor elección, los hechos son los que son,
las personas son como son y nosotros somos los que somos, hay que aceptar la
realidad, de esa manera, podrás trabajar para mejorarla en todo lo que esté a
tu alcance.
2. Sé tú mismo y siéntete orgulloso de ti
Eres único/a y especial, tanto como cualquier ser humano. No dejes nunca que nadie te haga pensar lo
contrario.
A lo largo de tu vida encontrarás personas distintas a ti, que
piensen distinto que tú, eso no significa que uno u otro sea mejor, sino que
sois distintos y maravillosamente únicos. La cuestión es saber respetar a los
demás, y primero a uno/a mismo/a, y aceptarse tal y como uno es, con sus
virtudes y sus defectos.
Esto no significa que uno no persiga el evolucionar y mejorar como
persona, pero desde una perspectiva de crítica constructiva hacia uno mismo.
3. Pasa tiempo con personas que merezcan la pena
Muchas veces nos empeñamos en mantener relaciones con determinadas
personas que son dañinas para nosotros o como está ahora de moda decir son
tóxicas.
Si otras personas no actúan como te gustaría que lo hicieran,
dañándote con sus actuaciones, no entres en una guerra inútil de intentar
imponer tu posición, si él/ella no ve las cosas igual que tú, también tiene
derecho a tener su visión del mundo, simplemente apártate de quién te hace daño
y acércate a aquellas personas que tengan tus mismos principios, ideales y
valores.
No tengas miedo de encontrarte solo, "es mejor estar solo de
verdad que con personas que te hacen sentir solo". Poco a poco irás
conociendo nuevas personas y verás que hay muchas personas como tú en el mundo.
Eso sí, aprende de tus errores y como decíamos busca personas
afines a ti, esto no quiere decir iguales, sino que tengáis unos pensamientos
comunes en los aspectos básicos de la vida.
4. Valora tus errores y aprende de ellos
No sólo en el terreno de lo social como mencionábamos
anteriormente, sino en lo laboral, en lo familiar, o en cualquier ámbito, como seres
humanos que somos erramos, y esto nos va a suceder toda la vida.
Lo importante es saber cómo afrontar esos errores cometidos. A
modo de reflexión, nunca de castigo, se debe pensar sobre lo ocurrido, sobre
los porqués y las condiciones que pudieron condicionar que un hecho sucediera
de una determinada manera, y aprender de los errores para no volver a tropezar con la misma piedra de
nuevo.
5. Perdona a los demás y perdónate a ti mismo
Todos hemos hecho daño alguna vez y a todos nos han hecho daño
alguna vez.
El dolor de una decepción, una traición, un engaño, de la falta de
apoyo, de la falta de respeto, de la falta de comprensión... hay tantas formas
en las que pueden herirnos...
Es importante discernir entre el daño que nos han podido causar
sin intención (como puede ser un despiste), de aquel que nos han causado
intencionadamente (como puede ser una traición), ya que, aunque haya que
perdonar en todos los casos, habrá que protegerse y alejarse de aquellas
personas que te hieran deliberadamente y saber continuar con normalidad la
relación que tenías con aquellas personas que te quieren pero que se equivocaron
igual que lo haces tú a diario.
Sea como sea hay que saber pasar página por salud mental propia,
no anclarse en el dolor que nos causaron otras personas, en el porqué nos
hicieron eso, porqué, porqué, porqué... Es una pregunta sin respuesta... O por
lo menos, sin una respuesta que pueda paliar el dolor que sentiste y que puede
que aún sientas.
Perdona, pasa página, dedica tu tiempo tus ganas y tu energía a
cosas que sean productivas para ti y que te ayuden a mejorar como persona. ¡Libérate
de ese sentimiento que te come por dentro! El tiempo es lo más valioso que
tienes, no lo desperdicies pensando en quién te fallo y en porqué lo hizo, ya
pasó, eso no va a cambiar nada. Perdona y cierra ese capítulo de tu vida.
Y por supuesto, si eres capaz de tener una actitud benevolente con
los demás, con el/la primero/a que lo tienes que tener es contigo mismo/a...
¿te equivocaste? ¿te diste cuenta que estuviste ciego y que cometiste un gran
error? ¿ahora lo ves todo de manera diferente y te arrepientes? ¿todo hubiera
sido distinto si tú no te hubieras equivocado? Puede ser, pero fue así tal como
fue... piensa, aprende y sobretodo perdónate y date la oportunidad de continuar
adelante y ser feliz, la vida te dará la oportunidad de resarcirte de tu error,
y podrás comprobar, que todo pasa por algo, que te haces más grande y mejor con
cada fallo que cometes y del que aprendes, que la vida es un continuo proceso
de aprendizaje en el que hay que corregirse desde el más profundo amor a uno
mismo, porque lo más valioso que tienes en el mundo eres tú.